Para conocer la comedia hay que internarse en la medula del origen, que es precisamente en el ámbito griego donde surge como parte de los festejos dionisiacos un arte representativo que sublimiza lo cotidiano y sobaja lo divino a nuestro nivel; un respiro a todas luces. Poco podemos recrear aquellos ritos, mas en lo que si podemos fiarnos es en el legado escrito. Y para darse, por lo menos una sonrisa placentera, por no exagerar con la carcajada tronadora, hay que empezar por uno de los mejores ejemplares de comediantes. Aristófanes.
Nacido en Atenas en el 444 a.C. fue contemporáneo de filósofos como Sócrates y dramaturgos como Eurípides, a quienes ridiculiza en sus comedias por representar una figura de pensamiento totalmente distinta a lo que en aquellos tiempos se acostumbraba, ya que Aristófanes era un asiduo conservador de las tradiciones, tradiciones que guardaban una estrecha relación con el misticismo, misticismo con el que pretendía combatir la nueva escuela.
No por eso se debe pensar que Aristófanes era un tipo serio y solemne en cuestiones religiosas; ya que caracterizaba a los dioses con cierta ironía, dado el arquetipo al que estaban sujetos, mas nunca ponía a tela de juicio la veracidad de su existencia.
Pero lo más notable en sus temas, es toda aquella mofa que hace al gobierno militarista de aquella época, y como principal exponente de éste mal gobierno está Cleón. Cleón, según Aristófanes se ganó su puesto al adjudicarse el triunfo en la batalla de Pilos, durante la guerra del Peloponeso, que prolongo para hacer prosperar sus riquezas. La economía de la guerra. Por esto mismo es acertadísimo llamarlo pacifista, y podría asegurar que de las 11 obras que se conservan, todas tratan, o por lo menos tocan éste aspecto.
Al igual que sus coterráneos, Aristófanes era misógino, pero ya podemos ver en La asamblea de mujeres y en Lisistrata una distinción entre aquellas mujeres pasivas y recluidas en la cocina a otras muy distintas que toman banderas y dirigen a las demás para asumir cierto poder, bajo una inteligencia “superior” de la que Aristofanes termina bufándose.Es un deleite leer a Aristófanes, tiene una manera de crear diálogos bastante hilarantes. Mantiene ingeniosamente un juego de vulgaridad poética y situaciones chuscas que bien puedes leer con desenfado o bien y para bien, crearte un criterio de ciertas costumbres de la época, atascos políticos y sociales. Además recurre con frecuencia a los dobles sentidos (lo que en nuestro país entendemos por albur), y a las ironías fonológicas, lo cual es, sino imposible, por lo menos si muy difícil trasladar al español.
Tanto en Lisistrata, Las Aves y Asamblea de mujeres se sustentan de la parodia a organizaciones o mundos utópicos, y al mismo tiempo critican mordazmente la situación que atravesaban en su presente; que se hace casi evidente en el coro y en el corifeo que es la propia voz del autor. De éste asunto podemos mencionar la parábasis, única en la comedia, caracterizada por dirigir la palabra al público espectador, y que desencaja la trama al abordar temas absurdos como el prestigio del dramaturgo o simples chistes populares. Pero el coro no sólo es un paréntesis, sino también, la voz de cierto grupo social.
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Representación de Las aves |
Y bueno, como en todo creador, sus obras hablan más que y de su persona. Atendiendo a éste precepto a Aristófanes lo tenemos por: apolítico, porque no creía realmente en un representante digno del pueblo, de hecho en Los Caballeros el que derroca al tirano es un mal representante, más vil y rastrero que el anterior, un choricero… pero de cuna humilde; esto es de notar, ya que Aristófanes siempre pone en muy alto al labrador, al campesino que es quien realmente sufre las consecuencias de la guerra.
Su obscenidad es evidente y en Las nubes ya podemos constatar el primer registro del uso del dedo corazón como símbolo fálico para humillar.
Los Acarnienses es la primera comedia, la más antigua de que se tiene registro, se representó en el 425 a.C.
En Asamblea de mujeres o Las Asambleistas, recurre a su inventiva para crear la palabra más larga del mundo (lopadotemakhoselakhogaleokranioleipsanodrimypotrimmatosilphio-karabomelitokatakekhymenokikhlepikossyphophattoperisteralektryonoptekephalliokinklopeleiolagōiosiraiobaphētr-aganopterygon o lopadono), que es un platillo que reúne un montón de ingredientes, elaborado por las gobernantes para satisfacer el paladar de todos, esto es una mofa a lo extravagante que le resultaba la equidad de género.
Aristófanes muere en el 385 a.C. como el gran bendito de la musa Talía. Su epitafio, escrito por platón dice así: “Las gracias buscaban un santuario indestructible y encontraron el alma de Aristófanes”.
Por: Uriel López Delgadillo